lunes, 21 de enero de 2013

Taller de masas y métodos con Ibán Yarza



Esta noche he tenido sueños húmedos, pegajosos. Muy hidratados:

Taller de masas y métodos con el admirable Ibán Yarza. Una experiencia gratificante y fermentante. Una inmersión en el mundo del pan de la mano de uno de los mejores. Nos aleccionó a base de borbotones de talento, nos manejó cuales marionetas a la hora de amasar y se embadurnó el que más.



Centeno, focaccia, ciabatta y brioche. Teniendo por supuesta una pequeña base de los allí presentes, nos metimos manos a la obra sin complejos. Todo ello en un taller de cuatro horas súper intenso. Difícil, cuando cada uno de estos panes necesita, no cuatro horas, sino cuatro vidas para profundizar, conocer y aprender a manejar con maestría sus peculiaridades.

Por cuestiones del directo, Yarza ya nos tenía preparadas algunas masas y algunos fermentos. Por cuestiones de tiempo también, tuvimos algún problemilla con faltas de fermentación o por sobra con algunos de los panes. Pero os puedo asegurar que el resultado fue más que aceptable y, de hecho, con lo de ayer no tratábamos de comer el mejor pan sino aprender para seguir practicando en casa. Deleitarnos con las maravillas que podemos hacer con nuestros hornos y compartirlas con nuestra gente.

Aprendimos a hornear buenos panes crujientes, trucos para conseguir las mejores cortezas, texturas y sabores en nuestras hogazas; aprendimos a no mirar el reloj y sí ese ecosistema que hemos formado con nuestras mezclas. Ayer salí de allí admirando un poco más al pan y al buen panadero.


Ibán nos animó a atrevernos con esas masas complicadas que normalmente asustan al panadero casero. Masas con mucha proporción de agua. Difícil trabajar con ellas porque no se nos pegan sino que nosotros nos pegamos a ellas. Llegué a casa después del taller con masa hasta dentro de los calzoncillos. El amasado francés... ¡Mon dieu!  No me sentía tan torpe desde mis primeras incursiones sexuales.



En definitiva, una experiencia muy grata que me ha dejado con muchas ganas de más. Da penilla salir de allí sabiendo que no va a haber otra mañana. Esperemos que el máster se digne en volver. Encantado de haberle conocido señor Yarza.


No hay comentarios:

Publicar un comentario