viernes, 15 de febrero de 2013

Pesto de canónigos


La salsa pesto se puede hacer de casi cualquier hoja verde comestible, el pesto más común es el de albahaca, más aromático que ninguno. Pero hoy vamos a hacer un pesto poco usual, un pesto de canónigos, una salsa amarga muy sabrosa. Así salimos un poco de la rutina en la cocina.

Ingredientes:

150g de canónigos
100g. de parmesano rallado
25g. de pecorino rallado
1 Ajo
150ml. de aceite de oliva virgen
Sal

Elaboración:

Nos ayudaremos de la tecnología para hacer la salsa, ya que hacerla a mano mediante mortero, como hacían antiguamente las señoras de la casa italianas, puede ser uno de los coñazos más enormes conocidos por el ser humano, además, hará que no os apetezca mover un dedo para prepararla una segunda vez.

Lo mejor un robot de cocina con cuchillas, nos picará los ingredientes, rallará el queso y emulsionará el aceite todo en uno. Si no, una batidora rallando el queso a mano.

Tan fácil como disponer los canónigos, el ajo sin su germen, la mezcla de los dos quesos rallados, una pizca de sal y 2/3 del aceite en el aparato en cuestión. Batimos hasta conseguir una pasta verde homogénea. Añadimos el resto de aceite al final para que no toda haya emulsionado al batir. Es un pequeño detalle que recomiendo hacer para que quede más estirada y aceitosa.



Hemos tardado 5 minutos en preparar una salsa suculenta para acompañar la pastas, ensaladas, pescados, sopas... Dejemos en el pasado los macarrones con tomate de bote de nuestra época de estudiantes y démonos un poco más de vida en el comer diario. Nuestro paladar nos lo agradecerá: nos sentiremos orgullosos de preparar platos tan ricos; ligaremos mucho más; nos haremos fuertes y sanos; nos tocará la lotería más veces; viviremos, mínimo, cien años más... Son todo beneficios.

¡Saludos!

No hay comentarios:

Publicar un comentario